La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

30 de enero de 2011

Las oportunidades de un cambio de gobierno

A escasos meses de un nuevo proceso electoral en el Perú, en el cual tenemos la oportunidad de optar por uno y otro candidato, la comunidad pesquera y la sociedad civil ya disponen de una oferta de programas de gobierno.

Es evidente para quienes han leído la oferta electoral, que la atención que se ha brindado al sector pesquero es escasa o nula. Esto demuestra el poco interés de los partidos políticos por la pesquería peruana.

Bien sea por desconocimiento de la magnitud e importancia de la misma en relación a la alimentación nacional, o por falta de interés en un tema que, para quienes tenemos relación con el sector, es vital desde el punto de vista de la conservación de las especies y de una pesquería sostenible, lo real es que estamos frente a una situación de olvido y abandono.

Sin embargo, la coyuntura es propicia, dado que aún no hay un gobierno electo, de aportar y sumar. Sin entrar a la crítica destructiva o negativa, es el momento de aportar con ideas constructivas que alumbren al candidato ganador la ruta que necesita la pesquería peruana.

Los programas de gobierno propuestos son insuficientes; pero en la esperanza de que existe buena voluntad para incorporar ideas concretas y oportunas, es el momento de exponerlas para que sean tomadas en cuenta por el partido ganador.

La revista Pesca y el Consorcio Oannes Pesca están difundiendo una propuesta que puede ser perfeccioanda y ampliada por todos aquellos cuya experiencia desean y pueden incorporar ideas positivas, en el más amplio espíritu de sumar y no de restar.

El recientemente Plan Estratégico Sectorial Multianual aprobado por el Ministerio de la Producción constituye un adecuado instrumento de inicio que podría ser mejorado y superado por mayores aportes.

El paradigma dominante de la pesquería en el Perú es el de una pesquería monoespecífica que desembarca los volúmenes más grandes de recursos pesqueros del planeta.

El ecosistema marino de Humboldt es el que presenta el mayor potencial mundial de recursos pelágicos. Es el resultado de una capacidad adaptativa de ciertas especies frente a los complejos y constantes cambios que se producen frente a las costas peruanas.

Este potencial no tiene garantías de estabilidad ni permanencia debido a las variables que en el mismo introducen la actividad pesquera del hombre y el cambio climático. Por ello resulta de vital importancia que el Estado le brinde la atención que merece.

Tenemos la grave responsabilidad y el deber de actuar con precaución, colocando en primer lugar, las necesidades alimentarias de nuestra propia población. Las poblaciones de peces son recursos renovables; pero solamente si se tiene cuidado de permitirles renovarse, podrán explotarse indefinidamente.

Por ello se impone una ordenación, lo que significa que las cantidades capturadas deben mantenerse dentro de los límites ecosistémicos definidos científicamente. Las pesquerías deben regularse para que sean sustentables.

Una condición previa para la ordenación de cualquier recurso es disponer de la capacidad técnica y legal para controlar el acceso al mismo y contar con los medios para efectuar ese control.

Los recursos pesqueros han sido tradicionalmente de propiedad común, y cualquier persona ha tenido la libertad de explotarlos. En situaciones de este tipo, nadie tiene un incentivo claro para mantener la captura dentro de unos límites sostenibles; el pez que no se coja hoy será probablemente capturado mañana por otra persona.

La situación socioeconómica, política y pesquera impone la necesidad de una visión nueva y diferente del contexto general en el que se sitúa actualmente la pesquería.

Pensar en utilizar únicamente mecanismos de mercado para dar soluciones “eficientes” a la cuestión del acceso y control de los recursos del mar puede resultar insuficiente desde los puntos de vista sociopolítico y ecológico.

Tampoco es factible un proceso de asignación y manejo planificado exclusivamente desde el gobierno, dada la total diversidad de los recursos y la vasta dispersión de la población activa de trabajadores pesqueros.

Lo que se requiere es diseñar una combinación adecuada entre las soluciones posibles y deseables. Para ello se requiere una acción concertada por parte de la autoridad de pesquería, las organizaciones de trabajadores pesqueros y la industria.

Lo que está en juego es el futuro de los trabajadores pesqueros y de los peces. También está en juego la supervivencia de especies que pueden contribuir a resolver el problema de la desnutrición en el Perú.